Aprender a ser maestro/a en las escuelas normales de Brasil y España en los ochocientos.

Las escuelas normales, tanto en Brasil como en España, fueron propagadoras de un modelo de
mujer y de maestra para las escuelas primarias durante el siglo XIX. Las dos se asemejaran en los
objetivos de profesionalizar a partir de los principios científicos, de las teorías pedagógicas y de
hacer una asociación entre el trabajo docente primario y los papeles idealizados socialmente para
las mujeres. En esta línea, este artículo presenta algunos rasgos históricos y pedagógicos que
justifican la denominación y surgimiento de las escuelas normales en Brasil y España y, sobre todo,
el reconocimiento de esto tipo de escuela como aquella destinada a la formación profesional
femenina.
Ante estas líneas de investigación, en ese artículo me propongo realizar una discusión sobre los aspectos a los que se refieren en la formación docente de las escuelas normales brasileñas y españolas durante el siglo XIX. Comienzo presentando mis consideraciones acerca del origen de las escuelas normales para a continuación mencionar algunos aspectos sobre el surgimiento y expansión de ese tipo de escuela en Brasil y España. Por último, intento mostrar que la historia de las escuelas normales fue marcada por el proceso de feminización de las escuelas primarias y la profesionalización de las mujeres.

Consideraciones sobre el origen de las escuelas normales

Las primeras escuelas destinadas a la formación de maestros tienen su origen en Alemania y la iniciativa es atribuida a Comenius y Ratke, aunque su contribución fue más indirecta que directa.
Influenciados por éstos, en la primera mitad del siglo XVII, el duque Ernesto el Piadoso y posteriormente su nieto Duque Federico II realizaron las primeras tentativas, sin embargo, de ellas obtuvieron un éxito moderado. No obstante, en Francia, con la influencia de Ernesto el Piadoso, la Cofradía del Santo Sacramento tuvo la iniciativa de realizar un seminario para la formación y preparación personal cristiana y pedagógica de clérigos y laicos (ÁVILA FERNÁNDEZ, 1986).
Ya en 1696, Francke estableció el Seminarium Selectum Praeceptorum para formar maestros para sus propios establecimientos docentes, desde donde se difundió por Alemania. A partir de él dos de
sus discípulos intensificaron su propagación. Shiemneyer fue quien en 1732 creó “la primera escuela normal con carácter oficial y Herker, quien en 1748 estableció una en Berlín, que ejerció gran influencia en todas las demás” (ESCOLANO BENITO, 1882; ÁVILA FERNÁNDEZ,
1986). La primera pregunta que surge con relación a las escuelas normales se refiere a los motivos de atribución de su propia denominación. Fue el pedagogo Messmer el primero en usar el término
escuela normal, en el año de 1770 (ESCOLANO BENITO, 1982, p.56; ÁVILA FERNÁNDEZ, 1986, Pasando de Alemania a Francia, en Pelotas [33]: 15 - 35, maio/agosto 2009 ,1794, el ministro José Lakanal1 dictó un decreto creando una escuela normal en Paris, designándolas así porque según él “eran las escuelas que daban la ‘norma’ docente” (GUZMÁN, 1986, p.17). O sea, a través de las escuelas normales los maestros/as deberían estudiar las normas didácticas para la enseñanza en las escuelas primarias. En resumen, desde su principio la escuela normal estaba relacionada con los papeles o roles del modelo de maestro que pasó a ser idealizado en la enseñanza primaria. En este sentido, una escuela normal seria aquella que debería ser “dedicada total y únicamente al estudio de la norma, de la guía, de la forma y procedimientos más adecuados para, previo el conocimiento del niño y de la escuela, saber instruir y educar a los niños de la mejor manera (GUZMÁN, 1986, p.18) Otra definición de escuela normal fue presentada por Carderera en su diccionario de educación del final del siglo XIX. Según él: La escuela normal de primera enseñanza es para los aspirantes al magisterio, lo que los seminarios conciliares para los aspirantes al sacerdocio. El magisterio, en efecto, viene a ser un sacerdocio que requiere particular preparación, una especie de noviciado para instruirse (...). No basta ser sabio; es preciso además ser profesor, es decir, se necesita poseer el preciso secreto de transmitir a los demás los preceptos, hasta los más áridos, no solo de modo que los comprenda la inteligencia, sino que cautiven el corazón. (CARDERERA, 1886, p.84). Por lo expuesto, los orígenes de las escuelas normales deben ser analizados a partir de una complejidad de factores. Entre ellos, en principio, hay que considerar que los cambios sociales - en la iglesia, en la medicina, en la familia y en las relaciones de trabajo - que sucedieron Según Carderera (1886, p.24), Lakanal “es uno de los hombres que mas contribuyeron a la organización de la instrucción pública en Francia durante la Revolución [...]. Nombrado individuo del comité de Instrucción Pública de la Convención [...] y en nombre del Comité dio cuenta a la Convención del Proyecto de educación nacional, en el que se disponía que la primaria estuviera a cargo de la nación, y se dejara la secundaria y superior a la iniciativa privada”.
2 Es necesario evidenciar que Carderera fue escritor de un manual de Pedagogía oficial que tubo
larga utilización en las escuelas normales de España durante la última década del siglo XIX (cf. CARDERERA, 1886). entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX provocaron las demandas de escolarización de los ciudadanos en diferentes países (ÁVILA FERNÁNDEZ, 1986; HAMILTON, 1989; FARIA FILHO, 2000; RABAZAS ROMERO, 2001). Por otra parte, considero que la escolarización de la población estuvo pari passu lo que designo como difusión de la instrucción. O sea, fue a partir del siglo XIX cuando se empezó a estructurar en diferentes países una red o sistema de instituciones de carácter publico con el objetivo de socializar ciertos niveles básicos de conocimiento (GUZMÁN, 1986; HAMILTON, 1989; FARIA FILHO, 2000).
Desde los primeros modelos de escuelas normales implantados en Alemania y Francia ya se identificaba la intención gubernamental en atribuir a la formación docente el papel de difusora de ciertos principios o teorías pedagógicas para las escuelas primarias, en general, de Pestalozzi, Lancaster y Herbart (ÁVILA FERNÁNDEZ, 1986). En otras palabras, los diferentes gobiernos la idealizaron como aquella que llevaría a cabo la reproducción o multiplicación de conocimientos y
patrones sociales deseados para todos los ciudadanos. Acerca de los cambios en la escuela primaria, Hamilton (1989, 1995) comenta que la introducción de las clases se dio gradualmente mediante ocurrencia de tres etapas pedagógicas que variaban conforme los métodos de enseñanza. En el inicio de la escolarización la enseñanza se daba a partir del método individualizado; a continuación pasó a tener grupos de aprendices conforme preveía el método mutuo o lancasteriano; y, por último, a través del método simultaneo las Según Hamilton (1989) el desarrollar del proceso denominado escolarización se dio a partir de dos direcciones no-excluyentes. La primera consistió en la institución de un centro de formación de maestros/as y la segunda dirección fue la constitución de una escuela primaria o elemental.
En las explicaciones de Carderera (1886, p.113), “consiste substancialmente este método en ir tomando la lección y enseñando a leer, escribir, contar y doctrina cristiana a cada uno de por sí y con separación, por mas que los niños todos de la escuela permanezcan reunidos en un mismo local”. En resumen, el método individual ocurre cuando cada alumno o alumna reciben directamente del maestro o maestra las explicaciones. El método mutuo o lancasteriano consistía en la utilización por parte de los maestros o maestras de los monitores en las clases. Él o ella identificaba los más fuertes y les incumbían de dirigir los ejercicios, recompensar o punir los más flacos (MOURÃO, 1959, p.39). Acerca de la utilización del método mutuo o lancasteriano en la escuela elementar en el siglo XIX, consultar la publicación organizada por Bastos e Faria Filho (1999). Pelotas [33]: 15 - 35, maio/agosto 2009 diferencias individuales pasaron a tener significado para la práctica pedagógica. Para finalizar esta temática, Francia fue el país que promovió la mayor creación de escuelas normales en Europa y en otras partes del mundo. Como ejemplo, diferentes países como Brasil o España enviaron a Francia educadores con el objetivo de conocer la estructura de este tipo de enseñanza destinada a la formacíon de los maestros/as de la escuela primaria y así poder implantalas en sus países. Tal interés por el conocimiento puede estar justificado, entre otros factores, por el hecho de que “en el siglo XIX se consideraba factible transportar un sistema educativo de un país a otro, instaurándole en bloque en su nueva area de aplicación” (BEREDAY, 1968, p.35). -
Las escuelas normales en Brasil y España en el siglo XIX .
La implantación de las escuelas normales en Brasil y en España se llevó a cabo a lo largo del siglo XIX y, sobre todo, se intensifico a partir de sus tres últimas décadas (VEIGA, 1992; VILLELA, 1992; RABAZAS ROMERO, 2001). Este hecho fue consecuencia del intento, por parte de ambos gobiernos, de controlar las prácticas pedagógicas ejercidas por los docentes de las escuelas primarias, sustituyendo el saber del oficio por una base científica. En este sentido, las escuelas normales pasaron a ser las responsables de la propagación de las teorías pedagógicas y, en consecuencia, de la modificación de esas prácticas (VEIGA, 1992; VILLELA, 1992; RABAZAS ROMERO, 2001; DURÃES, 2002).